¿A quién corresponde realizar las exequias del putrefacto neoliberalismo global, antes de que provoque una pandemia bacteriológica?. Pareciera que la tarea de darle sepultura incumbe a la “realidad” [...] ya que nadie de sus desacreditados turiferarios se atreve cobardemente a formular el deceso de un modelo pernicioso que causó tanta devastación financiera, depredación ambiental y miseria humana. Mientras el “México neoliberal” pretende
desnacionalizar Pemex, Gran Bretaña, centro de la globalización financiera, nacionaliza Northern Rock, uno de los bancos hipotecarios más importantes que cayó en la insolvencia [...] La nacionalización de Northern Rock, que será la tónica en el G-7 en los años venideros, ha causado conmoción en Gran Bretaña [...] La prensa británica abunda sobre el futuro de Londres como el mayor centro financiero del mundo cuya “reputación ha quedado mancillada” [...]
Las implicaciones metafísicas son inconmensurables [...]
Sucede que la nacionalización del banco Northern Rock aniquila en los hechos el modelo neoliberal global que surgió en la misma Gran Bretaña con el thatcherismo (luego imitado por la reaganomics en EU), lo cual descarrila el paradigma fundamentalista anglosajón (ver
Crisis del capitalismo) [...] Sería “sano” para su equilibrio mental [...] que el siniestro cuan ignaro Comité de Energía del Senado/Cenado (mexicano, ver
Apátridas en el Senado) se actualizara sobre las tendencias globales tanto de la macroeconomía como de la geopolítica que han operado ya el punto de inflexión del “fin de una era” –y no una simple cuan vulgar “crisis” pasajera
a la Carstens– del neoliberalismo que ha iniciado el doble proceso de la
desglobalización [...] y la
renacionalización [...] ¿Cómo es que personajes funestos del fétido “viejo régimen” mexicano, condensados en la alianza neoliberal del PRI y el PAN en el último cuarto de siglo, se atreven a proferir la palabra “modernización”, es decir, la
desnacionalización de Pemex que han “administrado” en forma conjunta, en especial en los recientes siete años
panistas de pésima gestión despilfarradora?. En este contexto global de inicio del oleaje de nacionalizaciones resulta anacrónica (ver
México anacrónico) –válgase la contradicción– la “modernización” de Pemex: sinónimo de su
desnacionalización en la lingüística orwelliana tanto del calderonismo neoliberal decadente como en las fauces de dos senadores/cenadores dizque “economistas”, Labastida y Beltrones, con pasado nada glorioso, a quienes les abundan los cadáveres en el clóset desfondado y a quienes no se les conoce obra académica respetable en “economía política” (ni en economía ni en política).
