Ahí sigue la pinta en la base de una de las fuentes de Paseo de la Reforma: “Pienso, luego me desaparecen”. Fue escrita con una perfecta letra plateada el 8 de octubre de 2014 y, dos semanas después, sigue ahí ...La frase cartesiana –“Pienso, luego…”– ha venido construyéndose en estos días en los que la educación y la cultura parecen ser el último reducto de lo tocado por las “reformas estructurales”