El “México neoliberal” –el “país enfermo del continente americano”, postrado en la cleptokakistocracia (el “gobierno de los peores” y sus adictos hurtadores ) y su obsesiva fiscalcracia –ha servido de cobayo de experimentación en los laboratorios de la desregulada globalización financiera neofeudal: desde el efecto tequila hasta el rescate Fobaproa/IPAB de los parasitarios banqueros, no de la banca nacional (el “síndrome Roberto Hernández Ramírez-Citigroup-Banamex”), que pasó a manos foráneas en 92 por ciento, en términos de capitalización de mercado, gracias a los cuidados intensivos del etnocida de Acteal y Aguas Blancas, Ernesto Zedillo, operador de Joseph-Marie Cordoba, que ocultan convenientemente los multimedia anglosajones, mientras abultan la carnicería relativamente menor de Myanmar, pletórico en gas.
El Fobaproa/IPAB, que aún no ha sido auditado dos sexenios más tarde, expuso un costo equivalente a la guerra de Vietnam, de la propia confesión del etnocida Zedillo.
El estallido de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos y Europa, y sus intentos de rescate con la técnica monetarista centralbanquista, rememoran el Fobaproa/IPAB local que correspondió operar al argentino-israelí-mexicano Martin Werner Wainfeld, entonces subsecretario zedillista-cordobista de Hacienda y uno de los firmantes de sus “pagarés”, y quien luego de haber cumplido su misión de socavamiento, que desembocó en jugosas ganancias especulativas y en el desprendimiento de la banca doméstica, fue premiado y reclutado por Goldman Sachs, principal banco de inversiones del mundo.
Hoy Alejandro Werner Wainfeld, en el asiento hereditario de subsecretario de Hacienda, es el encargado de realizar los pagos del Fobaproa/IPAB que legó su hermano Martín (v.gr. la venta de Aeroméxico a Citigroup-Banamex): un negocio circular.
Los operadores de Goldman Sachs aplican las mismas técnicas de alquimia financiera bajo la misma filosofía en todo el mundo. Henry Hank Paulson, secretario del Tesoro bushiano y anterior jerarca del principal banco de inversiones, ha lanzado –en conjunto con tres bancos quebrados (en la “vieja economía”, porque en la “nueva economía” los quebrados son los ciudadanos): Citigroup (nota: ¿sabrá Calderón que vendió Aeroméxico a una entidad financiera global en bancarrota?), J P. Morgan/Chase y Bank of America– un “superfondo” por 100 mil millones de dólares denominado Conducto Maestro de Mejoría de Liquidez (MLEC, por sus siglas en inglés). Se trata de todo un operativo de Goldman Sachs diseñado por sus dos anteriores funcionarios cupulares: Paulson y su subsecretario del Tesoro, Robert Steel [...]
Hace casi 10 años, el rescate de la firma especulativa de hedge funds LTCM, por la Reserva Federal de Nueva York, fue 3 mil 625 millones de dólares; ahora el “salvamento” tripartita de la “banca negra” de Citigroup, J. P. Morgan/Chase y Bank of America, es de 100 mil millones de dólares: ¡más de 27 veces!, lo que expresa la dimensión de la presente sequía crediticia [...] Esto apenas empieza.
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