Estamos en tránsito de la fase de “la mano dura” al “garrote brutal”. ¿Qué tendrán en el cerebro los legisladores para entregar inermes a los ciudadanos a la brutalidad policiaca de tantas corporaciones a las que les tememos, antes que respetarlas? Allanamiento de morada, ¡que ya practican!, arraigos por ¡90 días!, son armas mortíferas en manos de Trucutús policiales. No estamos en camino, sino que hemos llegado a la dictadura constitucional. ¿Por qué no legalizar el “tehuacanazo”, el “pocito” y las “calentaditas”?
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