Por si no se sabía Villa era abstemio, y a cada poblado o ciudad donde llegaba con la División del Norte una de las primeras órdenes era el cierre de cantinas y la destrucción de todo el alcohol, además de pena de muerte a los soldados y oficiales borrachos sin juicio alguno. Pues bien, después de la toma de Zacatecas " Fuentes, un ex oficial federal que había aceptado Villa después de Saltillo sumándolo a los Dorados, se emborrachó, como hacía con frecuencia, y mató a uno de sus compañeros. Villa ordenó de inmediato su fusilamiento. Lo llevaron al paredón y, cuando simulaba estar llorando, el oficial a cargo de la escuadra le preguntó si tenía alguna última voluntad que pedirle. El tal Fuentes le hizo jurar entre lágrimas que lo que le pidiera se lo iba a cumplir, y cuando le sacó el juramento se puso reír y dijo: " El encargo que quiero hacerles es que se vayan todos a chingar su madre, incluido Pancho Villa". Lo ejecutaron. Cuando le contaron la historia, Pancho se arrepintió de haberlo mandado fusilar. Es más, le gustó la gracia del pelado ese, y andaba por ahí diciendo que a tipos tan valientes era un desperdicio fusilarlos."
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