domingo, marzo 11, 2007

No me importa lo que diga la gente

Este lunes Carlos Slim anunciará una espectacular expansión de sus ya importantes actividades filantrópicas en México. El magnate planea dar a conocer nada menos que tres nuevas instituciones de beneficencia, que repartirán dinero en beneficio de la educación, el cuidado de la salud y la recreación para los más pobres ... Sin embargo, el gesto del magnate ha despertado suspicacias y preguntas sobre sus motivos ... la gente ha empezado a percatarse de que su fortuna proviene del éxito que ha tenido al forjar gigantescos monopolios que difícilmente ayudan a la economía mexicana y a los consumidores del país ... su capital aumentó en 19 mil millones de dólares en un solo año. Desde hacía una década nadie en el mundo había logrado un incremento tan cuantioso ... Slim es la quintaesencia del mayor problema social de México: la escandalosa brecha entre ricos y pobres. Hoy, la riqueza y el poder económico del país siguen concentrados en un reducido número de clanes, conocidos como "las 100 familias", aunque en realidad el número es un poco mayor. Al igual que Slim, la mayoría de ellos vive en las Lomas de Chapultepec, un frondoso enclave de grandes mansiones detrás de elevados muros y cercas electrificadas al norte de la zona centro de la ciudad de México. Se trasladan en los más modernos autos importados; tienen guardaespaldas para protegerse del riesgo omnipresente de un secuestro .... destacan las cabezas de otras ... familias dominantes, entre ellas los magnates de la televisión Ricardo Salinas Pliego y Emilio Azcárraga Jean; el barón de la plata, Alberto Bailleres; María Asunción Aramburuzabala, accionista de Grupo Modelo, y el productor de cemento Lorenzo Zambrano ... Icono de esta clase súper privilegiada, Slim también se ha convertido en el principal blanco de las quejas y la preocupación que genera la falta de competencia económica ... Su camino a la opulencia se inició en 1990, en pleno furor privatizador del gobierno mexicano. Al frente de un consorcio de inversionistas, Slim se apoderó del control de Teléfonos de México (Telmex) mediante un acuerdo leonino que fijó un precio de venta de sólo 443 millones de dólares, que, según diversas estimaciones, equivalía a menos de dos tercios de su valor real ... Hoy día, Slim y sus compañías controlan no menos de 90 por ciento de toda la telefonía de México y, en consecuencia, tiene muy pocas dificultades para cobrar las tarifas más altas, aun comparadas con las de cualquier país industrializado ... La ubicuidad de Slim ha llegado a tal punto que prácticamente ningún mexicano pasa un día sin dejar algunos de sus pesos arduamente ganados en los bolsillos del empresario, ya sea que llame por teléfono, se conecte a Internet, compre cigarrillos, contrate un seguro, solicite un préstamo hipotecario, coma en alguno de sus restaurantes o adquiera discos en alguna de sus tiendas. Si elige volar en su aerolínea de bajo costo, también estará aumentando su cuenta ... A Slim tampoco parecen importarle mucho las opiniones de quienes cuestionan los motivos por los cuales intensifica sus obras de caridad. "No me importa lo que diga la gente", respondió a quienes cuestionan su programa de entrega de laptops ...

David Usborne (The Independent). La Jornada.



¡No mames!

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