El Metro de Nueva York quedó paralizado esta mañana (08 de agosto) a causa de inundaciones provocadas por una tormenta; la semana pasada se cayó un puente en Minneapolis matando a por lo menos cinco personas e hiriendo a decenas; hace casi un mes estalló un gigantesco ducto subterráneo en pleno centro de Manhattan, hirió a unas 40 personas y provocó pánico ante la suposición inicial de que se trataba de un atentado terrorista, y hace dos años fue destruida una buena parte de la ciudad de Nueva Orleáns cuando sus diques no soportaron el paso de un huracán. Al parecer, los "terroristas" no son la mayor amenaza para Estados Unidos, sino las deficiencias y el deterioro de sus puentes, sistemas de agua y de transporte, diques, carreteras y túneles. Estos recientes desastres no se debieron a atentados realizados por "enemigos", sino porque en el país más rico del mundo se ha dejado de invertir en infraestructura pública [...] Presas inseguras, líneas de transmisión eléctrica sobrecargadas, parques y playas públicas en malas condiciones y un grave deterioro de escuelas públicas también recibieron una calificación menor a D, todo ello debido a la decreciente inversión pública y a la disminución del presupuesto para infraestructura [...] No pocos aquí, al enterarse del puente en Minneapolis, respondieron con "el gobierno gasta 2 mil millones a la semana en Irak, pero no invierte en sus propios puentes aquí". Fue la misma reacción cuando fracasaron los primeros esfuerzos de rescate en Nueva Orleáns, ya que el equipo y el personal necesario -sobre todo de la Guardia Nacional- estaba a miles de kilómetros de la región... en Irak.
Al parecer, hay más que suficientes fondos públicos para la guerra del otro lado del mundo, pero no suficiente para asegurar que los puentes no se caigan, los diques no se derrumben y los tubos subterráneos no estallen en casa.
Este país se está cayendo, literalmente, por dentro.
Se tambalea la infraestructura ... La Jornada.
Los principales bancos centrales del mundo reforzaron este viernes acciones para tratar de evitar que los problemas del sector inmobiliario de Estados Unidos se traduzcan en una crisis generalizada en los mercados bursátiles. El Fondo Monetario Internacional y en especial el banco de la Reserva Federal recurrieron a medidas que en el último siglo sólo tomaron cuando se colapsaron las bolsas. El creciente temor a que la crisis inmobiliaria se extienda a otros sectores de la economía de Estados Unidos mereció una respuesta de los bancos centrales [...] Antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la última vez que la Fed había tenido que salir a tranquilizar a los mercados con promesas de liquidez fue el 20 de octubre de 1987, el día después del llamado "lunes negro", cuando la bolsa de valores de Nueva York tuvo la mayor caída en un día de su historia, 22.6 por ciento, superior incluso a la del 28 de octubre de 1929, que fue de 12.8 por ciento, y marcó el inicio de la Gran Depresión de Estados Unidos.
Para evitar crack bursátil ... La Joranda.
Y puede ser peor. La Jornada.