Larry Summers, anterior secretario clintoniano del Tesoro, anunció la inminente recesión en Estados Unidos; da igual si se trata de una severa desaceleración, el efecto adverso será similar para el “México neoliberal”.
El fantasioso Felipe El Breve pretende sortear la “tormenta perfecta” que se avecina mediante su férreo control multimediático de corte totalitario, la militarización fascistoide y sus campañas mercadotécnicas fastidiosas que solamente creen los cándidos, los desinformados y a quienes conviene a sus intereses.
El inmaduro Felipe Calderón, quien todavía no es apto para gobernar un país como México, menos en la presente coyuntura, no exhibió resultados tangibles en sus nueve meses de incierta cuan lúgubre gestión. En una evaluación rigurosa, todos los rubros son notoriamente negativos, desde la seguridad y la migración, pasando por las finanzas y el empleo, hasta la ingobernabilidad y la reforma apremiante del Estado (que incluye la abolición del fraudulento y fétido Instituto Federal Electoral), sin contar la deliberada debacle petrolera.
Pronto será una vez más desmentido (por desgracia, con un alto costo para el país), cuando los factores exógenos del estallido de la “burbuja Greenspan” lo reduzcan en su verdadera dimensión exigua y, quizá, hasta lo eyecten de Los Pinos, donde está haciendo sus pininos.
No solamente están quebrados los apostadores de “instrumentos financieros exóticos”, es decir, la parasitaria plutocracia bancaria de Wall Street, sino también su casino: la Reserva Federal, y el gobierno bushiano [...] Alrededor de 2.2 billones de dólares de papel comercial de Estados Unidos se encuentran prácticamente en quiebra, mientras John Bogle, fundador de Vanguard y ultrafanático del “mercado”, admite a regañadientes en CNBC (29/08/2007) que existía ahora 75 por ciento de probabilidad de una recesión en Estados Unidos [...]
Todas las tesis académicas, muy sesgadas y parciales, que hasta ahora han sido escritas sobre la “burbuja Greenspan”, ocultan la realidad geopolítica detrás de la creación de los derivados durante el unilateralismo unipolar estadunidense, mediante los cuales se apoderó durante casi dos décadas de las joyas estratégicas de los países valetudinarios: el “caso México” y el “efecto tequila” desencadenado por Goldman Sachs, que desembocó en la captura de la banca nacional. Y esto nadie lo está diciendo.
Porque los “locos del mercado” de Wolf tampoco son tan suicidas y esperaban capturar la riqueza petrolera de Irak con el óptimo método de los derivados financieros. Pero 20 mil guerrilleros sunitas de la antigua Mesopotamia les echaron a perder su “juego” al propinarle una severa derrota militar a la dupla anglosajona. Allí, a nuestro humilde entender, se escribió uno de los principales capítulos sobre el destino de los derivados y el “mercado de los locos”.
El mayor problema no es fiscalista ni monetario, sino filosófico: versa sobre la naturaleza del sistema capitalista que se convirtió en una invisible dictadura financierista de la parasitaria plutocracia bancaria del G-7 y que ya no puede ser sostenida por su otrora poderosa maquinaria bélica.
1 comentario:
FeCal tiene en contra suya la crisis norteamericana. Y seguimos sin voltear a ver a otro país que no sea Estados Unidos...
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